viernes, 21 de enero de 2011

Calderón y la Percepción de la Realidad: Constructivista o Sonso?

Reporta el periódico la Jornada que el presidente Felipe Calderón ser reunió con miembros de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) en el marco de su reunión anual. Ahí el presidente aseguró que existe un serio problema de percepción entre la población Mexicana que no alcanza que el país 'realmente' no está tan mal. Sin embargo, dijo, a pesar de que estas opiniones son sólo eso, opiniones sin ningún sustento con la 'realidad', éstas no dejan de afectar la confianza de los consumidores y ponen en riesgo en la REALIDAD las posibilidades de una mejor condición de vida para la población.

¿Qué quiso decir el Presidente? ¿Será que desde su perspectiva la REALIDAD, es un dominio al que sólo él y su gabinete tienen acceso? ¿Qué el pueblo, la opinión pública, no está calificada para evaluar la REALIDAD? Suena extraño, que a alguien que está seguro que la realidad del país es mejor de lo que la percibe la gente le preocupe tanto lo que piensa un cúmulo de mexicanos encuestados, cuando sabe con toda seguridad que éstos están totalmente equivocados. Pero, espere un momento, ¿por qué le preocupa la percepción de la opinión pública al presidente? ¡Ah¡ pero si no hay que meterse en tantas complicaciones, es esa misma opinión pública la que tendrá efectos muy, pero muy, reales para él y su partido en los próximos los 16 meses por venir.

Ahí está la REALIDAD de Calderón, en el proceso electoral. No hay que ser gurús de la política para entender por qué al presidente le urge que los mexicanos hablen bien de México, eso sería también hablar bien de él y de su partido. Sin embargo, la realidad (en minúsculas) de la opinión pública parece no darle tregua a un gobierno que en aras de la realidad intentó una guerra, inventó unos narcos, inventó una estrategia e inventó los daños colaterales—el problema es que detrás de estas invenciones que nada tienen que ver con la realidad vienen balas de plomo muy reales que terminan con vidas de civiles muy reales que se esforzaban por vivir una realidad muy dura, vendiendo tortillas, trabajando, para poder comer comida de verdad y no las letanías de del presidente.

Sí, en México hay dos realidades señor Calderón, la que usted de muy buena gana nos vendería…claro está…si pudiera, y la que nos toca vivir a todos; la de la tristeza por los inocentes muertos, las madres abandonadas, los migrantes asesinados y dos trabajos que hacen del involucrarse en política un ejercicio de frustración frente a un monitor de computadora. De verdad que tiene suerte el presidente que los mexicanos tengamos que trabajar tanto para, como dirían los americanos, make ends meet, porque si no, tendríamos tiempo para enseñarle como las ideas, el hambre, la explotación y la indignación se vuelcan a las calles romper a pedazos la realidad REALIDAD de la que usted se cree dueño. Los delirios son suyos señor Calderón, no de los que necesitan paz, comida, justicia para sus muertos y oportunidades para sus hijos. Pero ya sabemos que usted nos habla desde otra realidad LA REALIDAD ELECTORAL DE CALDERÓN, si hablásemos bien de México tendríamos que hablar bien de usted y su partido, de usted y de su guerra, de usted y su gabinete.

Creo que por fin entendí: usted no quiere que hablemos bien de México, quiere que hablemos bien de usted. Pero sabe qué: en las opiniones de las que tanto reniega se esconde una pequeña distinción sobre la realidad, todos sabemos que usted no es México y que podemos hablar mal de su política sin hablar mal de nuestros hijos, vecinos, hermanos y muertos…sin hablar mal de México.

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